Conoce cómo pintar tu sala de dos colores

La pintura es un elemento fundamental al momento de decorar el hogar. El color que elijas puede ayudarte a maximizar espacios o crear sensaciones. Si no sabes cómo pintar tu sala, sigue los consejos que hemos reunido para ti. 

1. Define una paleta de colores

Uno de los principales consejos para pintar tu sala es seleccionar tres colores de un objeto existente en tu hogar. Toma una almohada del sofá de la sala familiar, tu corbata o bufanda favorita, o un cuadro, cualquier cosa que transmita comodidad o tenga una conexión emocional para ti, y lleva ese objeto a la tienda de pintura.

Luego, busca tres tiras de muestra con esos colores e instantáneamente tendrás de 15 a 18 colores que puedes usar, ya que cada tira de muestra normalmente contiene seis colores de pintura.

El siguiente paso es elegir uno de los tres colores de pintura como color de pared y guardar los otros dos para usarlos en la habitación en telas o muebles.

Para elegir los colores para las habitaciones adyacentes, toma las mismas tiras de muestra de tres colores originales y selecciona otro color.

Finalmente, elige un cuarto color que pueda usarse como acento: Salpica  un poco de ese color en cada habitación de la casa, a modo de almohada, plato o obra de arte. De esa forma, establecerás una conexión entre los espacios. 

2. Decide el acabado

Una vez que hayas elegido los colores de tu preferencia, considera el acabado que utilizarás. Aunque las pinturas planas de hoy en día han aumentado la resistencia a las manchas, un acabado satinado es mejor para las paredes porque se puede restregar y no llama la atención sobre las imperfecciones. 

Antes, se pensaba que era mejor dejar los acabados semi brillantes y de alto brillo para la moldura, donde podían acentuar las curvas de un perfil de moldura o los paneles de una puerta.

Hoy, sin embargo, los acabados también se utilizan para crear efectos visuales en toda la pared. Pinta una pared con un acabado liso o satinado y la pared adyacente con un semi brillante, ambas del mismo color..

Del mismo modo, puedes pintar las paredes planas y el techo semi brillante para lograr un contraste mate y brillante. Ten en cuenta que cuanto más alto sea el brillo, más atención llamará a la superficie. Usados ​​estratégicamente, el color y el brillo juntos pueden enfatizar las mejores zonas de tu hogar.

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3.Ten en cuenta la psicología del color

Se recomienda pintar las salas sociales (comedores, cocinas, áreas familiares y de estar) con colores cálidos como amarillo narciso, coral o arándano, y las habitaciones privadas (hogar oficinas, tocador, dormitorios) con tonos más fríos como el verde salvia, el violeta o el azul cielo.

Siguiendo la psicología del color, ten presente que el rojo aumentará tu apetito y tu presión arterial; los azules y verdes son naturales y calmantes; el violeta es amado por los niños, pero no necesariamente por los adultos; el amarillo es atractivo; y el naranja puede ser acogedor, pero también un poco irritante, según el matiz, el tono o la tonalidad.

En esa misma línea, el amarillo puede estimular el cerebro, por lo que podría considerarlo para las habitaciones donde se hacen los deberes; pero evítalo en los dormitorios donde el objetivo es generalmente relajarse. 

4. Usa el blanco

Los blancos vienen en una variedad asombrosa. Estos son los preferidos por los diseñadores que buscan exhibir obras de arte o muebles y, a menudo, se usan en techos para crear un campo neutral en lo alto.

La mayoría de los demás blancos son cálidos (con matices amarillos, rosados ​​o parduscos) o fríos, con matices verdes, azules o grises. Te recomendamos usar blancos más cálidos en habitaciones sin mucha luz natural, o para hacer que los espacios más grandes parezcan más acogedores.

Los blancos fríos, por el contrario, pueden ayudar a abrir un espacio. Prueba varios a la vez para ver cuál funciona mejor con los otros colores en juego en la habitación.

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5. Crea flujo en espacios de planta abierta

La continuidad es importante en la planta baja, pero el color puede ayudar a "zonificar" un gran espacio abierto, separando el comedor de la sala de televisión, por ejemplo. 

No es necesario ceñirse a un solo color o incluso a una sola paleta de colores que sea completamente cálida (rojos, naranjas, amarillos) o completamente fría (azules, verdes, blancos brillantes).

Sin embargo, al usar tonalidades más apagadas y polvorientas, hay una mayor probabilidad de que los colores que elijas fluyan entre sí. Te recomendamos, optar por colores suavizados por un poco de gris. 

Por su parte, los colores brillantes se pueden colocar en pequeñas dosis como acentos: en muebles, revestimientos de pisos e incluso flores.

6. Maximiza los espacios usando blnaco

Cuando se trata de pintar una habitación, generalmente, los blancos nítidos pueden hacer que un espacio se sienta más grande y más abierto, mientras que los colores cálidos crean una sensación de intimidad. 

En el nivel más rudimentario, las habitaciones grandes generalmente pueden manejar más color que las habitaciones pequeñas. Los tonos más claros pueden abrir un espacio pequeño, mientras que los colores más oscuros dan la percepción de que las superficies están más cerca de lo que están.

Genial, ahora ya conoces los mejores consejos para elegir el color de tu sala. ¡Esperamos te haya servido de ayuda!

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