¿Sabías que tu dormitorio puede afectar tu calidad de sueño? Pero puedes hacer la diferencia cambiando las horas de dormir, incluyendo la decoración de tu dormitorio. En el siguiente artículo, descubre unos consejos básicos que te ayudarán a tener un dormitorio moderno, en el que puedas descansar y recargarte de energías.
1. Crea un espacio más sereno
Recuerda, cuanto más agradable sea tu entorno, mejor dormirás. Quizás no tengas tiempo de redecorar o pintar las paredes ahora mismo, por lo que te recomendamos colocar unas cuantas fotos de escenas serenas en tu mesita de noche.
Pero, si tienes tiempo de pintar, escoge el color azul, es una opción tranquila y genera un ambiente de serenidad.
2. Mantén un ambiente fresco
¿Alguna vez has sentido demasiado calor para dormir? ¡Algo realmente cierto! El rango de temperatura óptimo de descanso, según expertos es entre los 60 a 72 grados centígrados. De modo que las temperaturas más cálidas afectan realmente la calidad del sueño.
Para ello, si no quieres dejar el aire acondicionado prendido, puedes optar por una vía más ecológica, instalando un ventilador en el techo o abrir las ventanas cuando las temperaturas nocturnas sean frescas. También puede ayudar los protectores de colchón y la ropa de cama ligera.
3. Mantén la oscuridad
Según estudios, exponerte a la luz eléctrica antes o durante el sueño suprime la melatonina, hormona responsable de regular los ciclos de sueño. Por ello, la oscuridad es importante para un sueño profundo y reparador.
Por tanto, dentro de tu habitación intenta apagar o tapar cualquier luz eléctrica antes de acostarte. Si las ventanas dejan pasar la luz o tiendes a dormir más de la cuenta, puede valer la pena invertir en persianas opacas para mantener el dormitorio a oscuras.
4. Aparta los aparatos electrónicos
No solo la televisión es la que te roba el sueño por la noche, sino también tu laptop, la tablet, el teléfono y otros aparatos electrónicos con luces LED. Según un estudio, este tipo de luz actúa contra la melatonina, al igual que el brillo de las pantallas de los ordenadores.
Además de los efectos estimulantes, trabajar o consultar el correo electrónico antes de acostarte también puede inducir al estrés. Así como navegar por internet puede mantener tu mente activa, al igual que consultar las redes sociales, esto también puede provocar efectos negativos.
Una solución práctica sería dejar los aparatos electrónicos una hora antes de dormir o también dejar los dispositivos fuera del alcance de tu mano para evitar distracciones.
5. Bloquea los sonidos molestos
Existen muchos sonidos que pueden dificultar el sueño o despertarte durante la noche, desde la televisión hasta los vecinos o los ronquidos cercanos. Este tipo de ruidos también pueden afectar los ciclos de sueño profundo. ¿Qué hacer?
Si vives en un entorno con ruidos fuertes, es recomendable usar tapones para los oídos o podría ayudarte una máquina de ruido blanco. Estos ruidos blancos reducen el ruido de fondo y te facilitan el sueño. También, puede ayudarte con los ronquidos de las personas, si ese fuera el problema.
6. Despeja el desorden
Una de las cosas que destruyen el ambiente de la relajación en el dormitorio es que haya desorden por todas partes. Entonces, ¿por qué no organizarte y dedicarle unos minutos al día? ¡Es momento de ordenar tu espacio!.
Te recomendamos invertir en bandejas que se deslicen bajo la cama para crear más espacio de almacenamiento o también puedes optar por comprar veladores con cajones para organizar tu espacio y mejorar la decoración del dormitorio.
Para los artículos más grandes, comprar cómodas o semaneros son la mejor opción, ya que te ayudarán a liberar espacio y mantener las cosas fuera del camino.
7. Utiliza la ropa de cama adecuada
No es necesario que las sábanas tengan el mayor número de hilos, puesto que los tejidos de la ropa de cama deben ser agradables al tacto y deben impedir que te sientas incómodo.
Algunos tejidos tienen propiedades de “absorción de humedad”, es decir, absorben el exceso de humedad y te hacen sentir más cómodo. Entre ellos están el algodón, la lana, la seda, el bambú y el lino.
De igual forma, en invierno, los edredones o colchas se combinan con los juegos de sábanas para ofrecerte un confort y calor extra. O puedes optar por mantas hechas con materiales refrescantes para evitar los sudores nocturnos.
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8. Comprueba que tus colchones sean cómodos
El colchón es una parte importante para lograr el descanso perfecto. ¿Sabías que los colchones deben reemplazarse después de 5 a 7 años? Y claro, también cuando la cama ya no es cómoda.
La mayoría de las personas mantienen sus camas alrededor de 10 años, pero si tu colchón muestra hundimientos profundos o te causa dolores a la hora de dormir. ¡Es tiempo de cambiarlo! Por lo general, los colchones de látex y espuma duran más que las camas con resortes.
Además, un estudio reveló que el simple hecho de cambiar los colchones viejos por camas nuevas mejora el estado de ánimo y reduce el estrés y dolor de espalda. Entonces, si despiertas con dolores que desaparecen en un par de horas, puede ser una señal de que necesitas un cambio de colchón.
9. Añade un aroma relajante
¿Sabes cuáles son los beneficios de la lavanda? Esta planta puede disminuir el ritmo cardiaco, la temperatura de la piel y la presión arterial. Lo que podría ponerte en un estado más relajado.
La lavanda también sirve para dormir gracias a sus propiedades relajantes, ansiolíticos y sedantes. Y por supuesto, mejora tu estado de ánimo. Así que intenta encender una vela de lavanda antes de acostarte o puedes lavar tus sábanas con detergente con aroma a lavanda.
10. Mantén las almohadas frescas
Las almohadas también son importantes para el confort y deben cambiarse con más frecuencia que los colchones. Además, deben lavarse con regularidad para reducir las bacterias y los alérgenos que podrían hacer el sueño menos confortable.
Si una almohada es demasiado plana, muy gruesa o ya no proporciona la amortiguación adecuada, puede producir dolores de cuello o espalda. Por lo tanto, si tu colchón está todavía en buena forma, pero presentas dolor de cuello, tu almohada podría ser el problema.
11. Haz cama todas las mañanas
Es cierto que hacer la cama todos los días puede ayudarte a dormir mejor por la noche. Además, esta es la forma más sencilla de hacer que todo tu dormitorio tenga un mejor aspecto al instante. ¡No hay excusas!, ya que puedes sorprenderte con los grandes beneficios de hacer la cama todas las mañanas.
Esperamos que estos 11 consejos prácticos para mejorar tu dormitorio te sirvan para hacer los cambios sugeridos y te animes por mejorar algunos aspectos de tu habitación o una remodelación. Ahora sabes que el descanso es una prioridad así como tener un dormitorio que favorezca el sueño por encima de todo.
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